Repensar la industria: ¿puede la sostenibilidad impulsar el futuro?
¿Podemos seguir hablando de sostenibilidad sin hablar de justicia?
En el episodio 7 de nuestro podcast Beyond Compliance, Dieter Overath (ex director general de Faritrade Alemania) y Gunther Beger (ONUDI) hacen una afirmación clara: hay que replantearse la industrialización, con la justicia, la responsabilidad y el valor compartido en el centro.
"Necesitamos un crecimiento sostenible, pero en condiciones justas y centrado en el bienestar medioambiental y social".
Aunque marcos normativos como el EUDR o el CSRD están ganando impulso, a menudo pasan por alto a los más afectados: los agricultores y trabajadores del Sur Global.
Argumentan que la sostenibilidad debe ir más allá de los informes y empezar por el valor real en origen. Como señala Beger,
"El 80% de los alimentos procesados en África son importados. Eso supone 50.000 millones de dólares en creación de valor perdido".
En lugar de crear industrias locales, los recursos se exportan y los beneficios se concentran en otros lugares.
Y, sin embargo, los consumidores del Norte Global rara vez sienten esta desconexión.
"El café es caro - pero los agricultores no se benefician", explica Overath. La diferencia entre lo que pagamos y lo que reciben los productores revela profundos desequilibrios económicos, estructurales y morales.
El debate va más allá: ¿Qué estamos dispuestos a cambiar en nuestros sistemas, nuestras cadenas de suministro, nuestros hábitos?
"¿Puedo disfrutar de verdad del cacao sabiendo que ha sido cosechado por niños con machetes?".
Lo que se necesita, dicen, es una comprensión más amplia de la sostenibilidad, que incluya justicia, dignidad y responsabilidad compartida. Eso significa replantearse los flujos comerciales, invertir en innovación local y confiar en la creatividad ya presente.
"Una economía circular empieza con datos, pero también con creatividad y necesidad. África no se queda atrás: a menudo es más innovadora de lo que pensamos."
Este episodio es un llamamiento a actuar de forma más consciente, a diseñar sistemas más justos y a incorporar a la conversación a las partes interesadas del Sur Global, no sólo como beneficiarios, sino como socios en pie de igualdad.